sábado, 12 de septiembre de 2009

El Mundo

Fuente: http://www.elmundo.es/elmundo/2009/09/11/andalucia/1252669397.html

'Hoy cumplimos un año de velatorio continuo'

Los padres de Joaquín pegando carteles en recuerdo de su hijo. M. C.

Desapareció cuando iba en una embarcación en busca de un alijo de droga

Miguel Cabrera Almería

Actualizado viernes 11/09/2009 17:37 horas

La familia de Joaquín Fernández, el joven de 23 años desaparecido en extrañas circunstancias el 11 de septiembre de 2008 a seis millas náuticas del litoral almeriense cuando viajaba en una embarcación de recreo junto a otro individuo de su misma edad, recuerda hoy su aniversario con una pegada de carteles en Carboneras, municipio donde vivía, y otros cercanos.
El desaparecido es hijo de Joaquín Amills, concejal del PP en Carboneras, quien ha iniciado también, junto a sus allegados, una campaña para demandar más medios en la investigación abierta por la Guardia Civil para averiguar qué sucedió con el joven. En cualquier caso, él y su familia tienen muy claro que fue asesinado. Por eso quieren saber "cómo, cuándo y dónde lo mataron y dónde está su cuerpo, o lo que quede de él".
Amills, que reconoce estar destrozado por la desaparición de su hijo, describe el estado anímico de su familia con una frase: "Ahora cumplimos un año de velatorio". Y es que, según dice, la desazón de él, su mujer, Josefina García, y las tres hermanas del desaparecido, sólo puede ser comprendida por quienes han perdido un familiar en estas circunstancias.
De ahí que insistan en solicitar la llegada de investigadores especializados en desapariciones, que, según Amills, hasta ahora no han trabajado en el caso, aunque ni la Subdelegación del Gobierno ni la propia Guardia Civil han querido confirmar o desmentir ese extremo a este periódico.
Hasta el momento, y desde el mes de abril, el padre de la víctima se ha dirigido hasta en cinco ocasiones al Ministerio del Interior y al presidente del Gobierno para solicitar una entrevista y pedir más medios, pero su demanda no ha sido atendida.
"Lo único que sabemos es que oficialmente el caso no está cerrado, aunque pienso que esto no significa que se esté trabajando en él. De hecho, ¿qué se ha conseguido hasta ahora? Hay cinco personas imputadas por chorradas –como denegación de auxilio- que están en la calle y nos las cruzamos a diario", explica Amills.
Él está convencido de que algunos, si no todos los imputados, saben cómo murió o fue asesinado su hijo, debido a la gran cantidad de mentiras y contradicciones en sus declaraciones, especialmente en las del joven que le acompañaba el día de autos.
"Está claro que la Guardia Civil de Almería no tiene medios, ni personales ni humanos para investigar estos casos, y además están sobrecargados de trabajo; por eso son necesarios más medios", dice Amills, quien manifiesta que su angustiosa situación es muy similar a la de miles de familias de desaparecidos en España, donde se calcula que puede haber hasta 14.000 personas en esta situación, así como 3.000 cuerpos sin identificar.
Por ello, se suma a las exigencias de las asociaciones que defienden sus derechos, y pedirá al presidente del Gobierno o al ministro, si finalmente acceden a reunirse con él, la creación de un registro único de desaparecidos y la creación de brigadas policiales especializadas, entre otras medidas.
Joaquín Fernández García desapareció el 11 de septiembre de 2008 a los 23 años de vida, después de sustraer junto a otro joven una embarcación del puerto de Carboneras para ir en busca de un alijo de droga a más de 30 millas de la costa, cuando ni él ni su compañero tenían conocimientos náuticos.
El superviviente, Juan David C.G., también de 23 años, fue, supuestamente, rescatado por un pesquero a seis millas de la costa después de que, según dijo en un primer momento, la embarcación en la que navegaban se quedara sin combustible y se lanzaran ambos al agua para alcanzar la costa a nado. Él mantuvo entonces que Joaquín murió agotado después de mucho tiempo en el agua, donde él mismo habría permanecido más de ocho horas.
Pero las investigaciones han dejado clara la falsedad de sus declaraciones, pues llegó a ofrecer hasta tres versiones diferentes y contradictorias sobre la forma en que murió Joaquín, en un intento, según el padre de éste, "de levantar una cortina de humo y evitar que el cuerpo fuera encontrado".
Hasta el momento, los cinco imputados por la desaparición sólo están acusados de delitos de omisión de socorro, contra la salud pública y de robo de la embarcación, porque el cuerpo no ha sido hallado. Todos ellos están relacionados con el intento de alijar la droga.

No hay comentarios:

Publicar un comentario