viernes, 14 de agosto de 2009

Eucaristia el 19 y 20 de noviembre en la Parroquia de Carboneras

Buenas noches.

Queremos, la familia de nuestro hijo Joaquín, expresar nuestro más sincero agradecimiento, extensivo a todos; a todos los que esta noche nos acompañáis; a los que por diversos motivos no pueden estar físicamente esta noche aquí pero están unidos a nosotros desde el corazón; a todos los amigos, vecinos, compañeros, familiares y hermanos en la fe, que habéis estado a nuestro lado y compartido estos duros momentos, mostrando vuestra entrega, solidaridad, amor, cariño y ternura; a los que desde el silencio habéis orado al Señor intercediendo por Joaquín; a los que habéis y seguís celebrando eucarísticas en lejanas parroquias por nuestro hijo; a todos los profesionales y voluntarios que han buscado y siguen buscando a nuestro hijo; a todos los que en cualquier momento habéis hecho un hueco en vuestro corazón para nuestro hijo; a todos ¡gracias!. No queremos que sea solo una palabra vacía como tal, deciros ¡gracias! es haceros entrega de nuestro sentimiento de hermandad, fraternidad y eterna gratitud de nuestra familia, esta familia de Joaquín con cada uno de vosotros. Todos, absolutamente todos, estáis en nuestro corazón.

Queremos y debemos dar gracias al Señor, a Dios Padre, porque grande es su misericordia, su amor y su fidelidad, porque en la oscuridad su luz brilla con más esplendor, guiándonos por el camino de la esperanza y la confianza. Cuando la realidad supera la ficción y el camino se hace tortuoso y oscuro, su mano sujeta firmemente la nuestra, y nos transmite paz, seguridad y confianza. Dice la palabra del Señor en Romanos 8.11:

Y si el Espíritu del que resucito a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que resucito a Cristo Jesús de entre los muertos vivificará también vuestros cuerpos mortales por obra de su Espíritu, que habita en vosotros”.

Te damos gracias Señor, porque, con tu muerte, nos has dado la resurrección, y con ello nuestra fe de que “la muerte ha sido vencida”, ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? relata el evangelista Lucas. Por ello Señor, tú eres un Dios vivo, un Dios presente que habita entre nosotros, un Dios Padre cercano que busca en la intimidad, estar y permanecer en cada uno, y así lo refleja tu palabra en Apocalipsis 3.20:

Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre, entraré en su casa, cenare con él y él conmigo”.

Cuando oramos decimos “hágase tu voluntad en la tierra y en el cielo”, así es y lo aceptamos, por lo tanto, tenemos la absoluta certeza de que nuestro hijo Joaquín, escuchó tu llamada, abrió la puerta de su corazón, juvenil, inocente y generoso, para que entraras y habitaras por siempre en él, y así, compartir la mesa contigo Señor. Gracias Señor por la fe de que nuestro hijo Joaquín cena siempre Contigo y Tú Señor con él.

Repito una vez más, la gratitud de mi familia, extensiva a todos y a cada uno de vosotros. La mejor forma que tenemos de responder a vuestra generosidad, es rogando en confianza a Dios que os bendiga y que la misericordia, el amor y la paz de su Santo Espíritu os acompañe a todos.

¡Que así sea!.

Gracias

Familia de Joaquín Fernández García

1 comentario:

  1. Es muy bueno dejar todo en manos de Dios, poniendo los medios humanos pero sin desesperaciones ni desconfianzas en la Divina Providencia

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